Nueva dirección web: www.posadascoaching.com

viernes, 5 de agosto de 2011 0 comentarios


En primer lugar, gracias a todos los que habeis hecho posible este proyecto, el mes que viene cumple ya un año de vida... y no habría sido posible sin vosotros.

Como hemos crecido y blogger se ha quedado un poco pequeño, a partir de hoy vamos a desplazarnos a la siguiente dirección:


Esperamos seguir contando con vosotros.

Un cordial saludo.

Iñaki

Nadie me contrata...

jueves, 16 de junio de 2011 2 comentarios



"El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar" 
Noel Claraso

Hace poco, en un seminario al que acudí acerca de cómo hablar en público, escuche una cita que me atrevería a calificar como una de las pocas verdades absolutas que se pueden dar en la vida. Esta cita era la siguiente: "Yo me lo "curro", yo lo consigo. Yo no me lo "curro", yo no lo consigo"

Hoy en día, la mayoría de la gente, por lo general, piensa solamente en exigir sus derechos, sin embargo no siente ninguna obligación de trabajar y de esforzarse para ganárselos y cuando no lo consiguen, echan balones fuera y culpan a factores externos como la crisis, la sociedad, el gobierno, los empresarios...

Si realmente sabes lo que vales, nadie va a impedirte luchar por lo que mereces, pero debes de estar dispuesto a esforzarte, y sobre todo a asumir la parte de responsabilidad que te corresponde y si no consigues las cosas, en vez de malgastar tu energía en quejarte ¿Qué te parece plantearte qué es lo que estás haciendo para conseguirlas?

Hace poco, mantenía una conversación con un amigo que está en situación de desempleo, hasta que mi deformación profesional me llevo a formularle la siguiente pregunta ¿Qué te hace pensar que mereces que alguien te contrate?, luego, el silencio...

Tengo buen currículum, tengo varios años de experiencia... bien, eres igual que aproximadamente los 200.00 desempleados que puede haber en tu sector. ¿Qué te hace pensar que mereces el trabajo más que cualquier otro?

Hace 20 años la persona que tenía un título universitario era Don, Excelentísimo, Ilustrísima, etc. hoy en día es "Pepe Pérez" a secas, vivimos en una sociedad donde das una patada al suelo y aparecen 500 ingenieros, 400 abogados, 200 A.d.e... ¡¡Y lo grave es que la mayoría todavía piensan que por tener un título universitario "deben" de darles un trabajo cobrando 2.000 euros al mes!! ¿Qué sabes hacer para exigir esas condiciones?
 
Te has planteado alguna vez alguna de las siguientes preguntas:
 
  • ¿Qué trabajo es el que quieres y te apasiona?
  • ¿Qué competencias hacen falta para conseguir ese trabajo?
  • ¿Cuáles de ellas posees actualmente?
  • ¿Cuáles debes desarrollar?
  • ¿Cómo puedes desarrollarlas?
  • ¿Qué te hace falta para conseguirlo?
  • ¿Qué más elementos hacen falta para conseguir el trabajo?
  • ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo?
Ahí fuera sigue habiendo trabajo, de hecho hay gente que lo encuentra todos los días, lo que pasa es que sólo hay para los mejores, y como todo, para ser el mejor en algo, hay que "currárselo".

Y tú... ¿Quién eres?

domingo, 5 de junio de 2011 0 comentarios



Nos pasamos la vida entera intentando conocer a los demás, cuando ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos...

¿Qué respuesta obtendría si te pregunto quién eres? Un nombre, una profesión, una edad, alguna afición quizás...y seguiría sin conocerte. Resulta increíble cómo las personas somos capaces de concentrar toda la esencia de nuestra humanidad en una descripción de apenas 5 minutos de duración cuyo contenido es poco más que un conjunto vacío de etiquetas que no llevan a ninguna parte.

¿Te ha parado a pensar alguna vez realmente esta pregunta?: ¿Quién eres?

Asusta, ¿verdad? Una pregunta con tan sólo dos palabras, que cuesta poco más de dos segundos formularla y que a menudo hace falta toda una vida para contestarla.

Sin embargo me gustaría ir un paso más allá y plantearte la siguiente pregunta: ¿Cuánto tiempo has dedicado a averiguarlo?

Por lo general y según mi experiencia (con el correspondiente sesgo que conlleva) me atrevería a decir que la respuesta que daría el 90% por ciento de la gente sería poco o nada. Fíjate que ironía, la única persona con la que pasas 24 horas al día y por lo general a la que menos tiempo dedicas a conocerla.

  • ¿Cuáles son los 10 valores personales que guían tu vida?
  • ¿Qué significa para ti cada uno de ellos?
  • ¿Cuáles son tus sueños, tus ilusiones?
  • ¿Cuáles son tus fortalezas?
  • ¿Cuáles son tus debilidades?
  • ¿Qué significa para ti ser feliz y qué necesitas para serlo?
  • ¿Qué imagen tienes de ti mismo y cuál te gustaría tener?
  • ¿Qué te hace levantarte todos los días de la cama?
  • ¿Qué te gustaría conseguir en la vida?
  • ¿Qué es lo que te gusta?
  • ¿Qué es lo que no te gusta?
  • Si te dijesen que te quedan 6 meses de vida... ¿Qué harías?
  • ¿Cómo te gustaría verte de aquí a un año? ¿Y en 3, en 5 y dentro de 25?
  • ¿Cuáles son los "lastres" que debes soltar en tu vida?
  • ¿Cómo sería para ti "tu vida ideal"?
Te invito a coger cada una de estas preguntas de este pequeño ejercicio de Autocoaching y a disfrutarlas... escríbelas en un papel y dedica al menos 10 minutos al día a contestarlas, posiblemente te lleve varios días, o incluso meses, en algunas no sepas lo que contestar, o no te convenza mucho lo que has puesto... No te preocupes, no se trata de un examen y nadie va a calificarlo, tú eres la única persona capaz de "ponerle nota" a tu vida, y de decidir si estás dispuesto a "estudiar más" para mejorarla.

Para despedirme... una cita del gran Pablo Neruda:

"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas"

Reflexiones, política, la vida y copos de nieve

lunes, 23 de mayo de 2011 0 comentarios


Dos pájaros estaban posados sobre una rama, durante una nevada, y se pusieron a conversar: —Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? — le preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje.
—Casi nada —fue la respuesta. —En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia—replicó el carbonero.
Al empezar este invierno me posé sobre la rama de un abeto. No era un duro invierno, y como no tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando en las ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952. Cuando el último copo de nieve se depositó sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió —dijo el pájaro, y se alejó volando.
La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo: —Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para cambiar el mundo.
Joseph Jarowski

 Muchas veces no hacemos cosas porque pensamos que no van a tener la relevancia suficiente, o que no vamos a ser esa persona capaz de marcar la diferencia, y sinceramente, desde mi punto de vista no es cierto, aunque como todo, no deja de ser una opinión.

Quizás pretender cambiar el mundo pueda parecer algo pretencioso (recuerda...piensa en grande), pero no lo es en absoluto, y ¿por qué no lo es? porque si pretendemos cambiar el mundo, igual no lo conseguimos (o igual sí, quien sabe...) pero seguramente que en el proceso casi seguro que lo que sí conseguiremos será cambiar la vida de alguna persona con la que nos encontremos en el camino.

Ya lo decía Ralph Waldo Emerson en su definición de éxito: "Dejar el mundo un poco mejor, saber que como mínimo alguien ha respirado más fácilmente porque tú has vivido". No tienen por qué ser grandes acciones, o gestas heroicas, con pequeñas acciones es suficiente ya que la suma de muchos pocos, hace un mucho.

Tengo la esperanza de que si todos contribuimos un poco, a mejorar el mundo en esa pequeña parte que podemos, algo cambiará, quizás no hoy o mañana, pero sí sentará precedentes para algo más grande en el futuro.

Desde aquí mi apoyo a #spanishrevolution, tengo la fe de que gracias a este movimiento, algo ha cambiado, quizás no a nivel institucional, pero si ha despertado algo en las personas, la esperanza de que otro mundo es posible y las ganas de hacer algo para conseguirlo.
 

Cómete el mundo

jueves, 19 de mayo de 2011 2 comentarios



"Ya que tienes que pensar... ¿Por qué no hacerlo en grande?" Donald Trump

Una de las premisas básicas para desarrollar al máximo nuestro potencial es la siguiente: "Eleva tus estándares"

¿Y qué significa esto exactamente? Simple y llanamente, pide más, exige más, a ti mismo, a tu vida... desde que somos pequeños nos educan para ser personas "normales", tener un trabajo "normal", tener unos amigos "normales" en definitiva para llevar una vida "normal"... y se hace desde la mejor de las intenciones, de eso no cabe ninguna duda, aunque de manera indirecta poco a poco nos van cortando las alas.

¡¡A la gente se le educa para ser "normal" no para ser grande!!

Según afirma el Dr. Shad Helmstetter en su libro "¿Qué hacer cuando nos hablamos a nosotros mismos?": "La mente humana es como un ordenador, muchas de sus habilidades dependen de la forma en que fue programada. 70% de esta programación tiene lugar antes de los 6 años, y casi un 95% se completa antes de los 14; durante estos años, podemos afirmar que el 75% de nuestra programación ha sido equivocada.
Durante los primeros 18 años de nuestra vida, si vivimos en un hogar más o menos positivo, nos dijeron ¡NO!, o que «No Podíamos hacer», más de 148.000 veces.
Debido a ello, el 75% de lo que pensamos es generalmente negativo, improductivo o trabaja en contra nuestra."

¿Se dice rápido verdad? aunque si lo piensas detenidamente las consecuencias que se derivan de ello son verdaderamente escalofriantes.
Cuando tu elevas tus estándares y de alguna manera creces, «te haces grande», y cuando tu "te haces grande" a tu alrededor puede haber gente que aprecie sus inseguridades y se «encoja», y traten de encogerte a ti también. Simplemente no pueden soportar que otras personas consigan cosas que ellas no han podido o no se han atrevido.

No dejes que te frenen. No hay absolutamente nada malo en ser grande, todo lo contrario. Cuando de cierta manera te sientes obligado a ser "pequeño" cuando tu no lo has decidido así, el único perjudicado eres tú mismo, no puedes vivir tu vida renunciando a cumplir tus sueños porque otros no hayan sido capaces de hacer lo propio con los suyos.

¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar? Tan sólo tú puedes decidirlo... todas las personas tienen el poder de decidir hasta dónde quieren llegar en su compromiso consigo mismas. Tu eres la única persona capaz de establecer tus propios límites y de decidir si estás satisfecho contigo mismo, nadie más va a saber nunca si has dado tu mejor esfuerzo, tan sólo tu...y por lo general, las personas somos los jueces más implacables que existen consigo mismas.

También has de ser consciente de que elevar tus estándares va a requerir esforzarte, y en muchas ocasiones, aumentar tus recursos y tus capacidades, al igual que es poco probable que no puedas correr un maratón sin entrenamiento, tampoco puedes pretender alcanzar la grandeza de un día para otro.

Ten en cuenta que peldaño a peldaño también se sube la escalera, y al final lo que importa es llegar arriba. Quizás tu escalera tenga 50 peldaños y la de otra persona 100 ó 25, eso no es importante, lo que realmente importa es tener la valentía suficiente como para atreverse a pisar el primer peldaño, luego el resto prácticamente viene solo...

¿Y tú...estás dispuesto a comenzar a subir tu escalera?

La importancia de pedir

lunes, 9 de mayo de 2011 0 comentarios

Pedid y se os dará


Desde pequeños nos han enseñado que pedir no está bien visto. ¿Quién no recuerda la típica frase de su madre cuando era invitado a otra casa? -Hijo, tu no pidas nada, espera a que te lo ofrezcan...

Desde la corrección y las buenas intenciones, me atrevería a decir que el 90% de la gente hemos recibido en ese aspecto una educación que personalmente calificaría de incorrecta, ¿Cómo va a saber alguien lo que quieres si no se lo dices?

Este problema que a primera vista igual parece insignificante, es algo que, por ejemplo, a nivel de pareja causa unas discusiones enormes... el típico, "nunca me dices que me quieres" o el "nunca me regalas nada", y un largo etcétera, por lo general suelen tener este mismo origen. ¿Acaso le has dicho a tu pareja que necesitas que te diga más frecuentemente que te quiere? ¿O que te gustaría que tuviese más detalles contigo? Seguramente no...

La pareja es tan solo uno de los ámbitos donde esto sucede, aunque es perfectamente extensible a las amistades, el trabajo, la familia, etc.

A menudo caminamos por la vida sin pedir lo que queremos o necesitamos, a la espera de que otras personas lo adivinen o respondan a nuestras expectativas cuando ni siquiera saben lo que queremos o esperamos de ellas, y cuando no nos lo dan o no hacen lo que esperamos, ¡¡¡hasta nos permitimos el lujo de enfadarnos!!! Ellas no tienen la culpa, !!la culpa la tenemos nosotros por no haber "pedido" lo que queríamos!!

Cada persona es un mundo, y porque nosotros seamos más detallistas, más románticos, o tengamos una mayor disposición a hacer favores, no implica que las personas de nuestro alrededor se comporten de la misma forma que nosotros. Esperamos de otras personas lo mismo que nosotros les damos a ellas y muchas veces con eso nos quedamos...con un perpetuo estado de espera y el enfado correspondiente.

Ahora te invito a que lo mires al revés, ¿cuantas peticiones recibes a lo largo del día? desde pásame el pan, hasta dame un abrazo, o tráeme "x"... y no se acaba el mundo ¿verdad?.

No hay nada de malo en pedir, como mucho te pueden negar lo que solicites, pero lo que no pueden negar es que ya saben lo que quieres o necesitas, con lo que la pelota está en su tejado.

Desde aquí te animo a pedir lo que quieras o necesites, si no estás acostumbrad@ a hacerlo, comienza al principio por algo relativamente insignificante, como puede ser la jarra de agua en la comida, y luego ponte un objetivo de pedir 5 cosas al día por ejemplo, verás cómo poco a poco te sientes con la fuerza necesaria para pedir cosas más importantes.

Píldoras de realidad: El fracaso

lunes, 2 de mayo de 2011 2 comentarios

El fracaso es una situación temporal, es tu decisión de darte por vencido lo que la hace permanente

En la vida vas a fracasar, y esto es mejor tenerlo claro desde el principio, no una, sino muchísimas veces, más de las que vas a triunfar, sin embargo, debes de tener presente que a menudo, el fracaso no es sino una condición necesaria para el éxito.
 
Cada vez que fracasas, que algo te sale mal, tienes dos opciones tirar la toalla y rendirte o aceptarlo y aprender para hacerlo mejor la próxima vez. Esto que parece una tontería quizá sea una de las cosas que más peso tengan a la hora de marcar la diferencia en tu vida, ya decía Dickens que cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender.

Otra cosa a tener en cuenta acerca del fracaso es la gran diferencia que existe entre fracasar y ser un fracasado, que algo no salga como tú quieres implica que no has hecho bien exclusivamente eso, no que no hagas absolutamente nada bien, yo puedo haber suspendido un examen de matemáticas por ejemplo, y eso no implica que sea "tonto".

Colocar "etiquetas" o (auto colocárnoslas) es más habitual de lo que parece, y muchas veces ignoramos el efecto que puede llegar a tener ¿Realizaré un examen de lengua española, por ejemplo, de la misma manera si tengo asumido que no se me dan bien las matemáticas o si tengo asumido que soy "tonto"? ¡Por supuesto que no!

¡¡Fracasar no te convierte en un fracasado a no ser que tú lo permitas!!

¿Cuándo fracasamos?

Fracasamos cuando decidimos que hemos fracasado y fracasamos cuando dejamos de intentarlo.

Tomemos por ejemplo a Edison. El principal invento por el que Edison ha pasado a la historia es la bombilla (que por cierto no la inventó, sino que fue quien la hizo viable), lo que no es tan habitual saber es que Edison poseía más de 1.300 patentes, y que le costó más de 1.000 intentos el desarrollar una bombilla que finalmente funcionase.

¿No sentía frustración? Probablemente, pero cuando consiguió desarrollar la bombilla "perfecta" ya había averiguado más de 1.000 maneras de no hacerlo, ¡¡sin decidir que había fracasado!!

¿Cuantas veces has intentado algo más de 1.000 veces antes de darte por vencido? Me atrevería a decir que ninguna.

Es en este punto donde cabe diferenciar la perseverancia de la persistencia, el caso de Edison es un caso de perseverancia, tenía un fin claro y con cada fracaso aprendió lo que no hacer en el siguiente intento.

Sin embargo actualmente lo que predomina es la persistencia, si yo me propongo atravesar un muro a cabezazos, daré el primero y si veo que duele no lo repetiré, buscare otro método... ¿Cuándo surge el problema? cuando decido volver a intentarlo y encima con más fuerza. El "me voy a esforzar más en hacer lo mismo" es un mal muy extendido en nuestros días cuyos resultados son terribles, ya que convierte a las personas en expertos en hacer mal las cosas (y encima con más énfasis).

¿Y tú, persistes o perseveras?
 
Por último, me gustaría dejaros un pequeño texto de Luciano Rizzuto acerca de la importancia de sobreponerse al fracaso:

"Por intuición saben las personas que es inútil oponerse a quien las piedras de tropiezo utiliza por peldaños, que no teme el fracaso ni jamás la calumnia ni el ridículo le retraen de su labor, no rehúye responsabilidades y siempre mantiene su brújula en dirección a la estrella polar de su propósito, a pesar de cuantas tormentas rujan a su alrededor."

La felicidad, esa gran desconocida...I

lunes, 18 de abril de 2011 0 comentarios

Dentro de poco veremos las sonrisas en museos...

Me resulta increíble y verdaderamente desesperanzador como hoy en día y en el mundo en el que vivimos, la gente ha perdido la capacidad de ser feliz, es por ello por lo que voy a iniciar una serie de posts acerca de la felicidad.

Como dato, cabe aportar que según la OMS en el año 2020 la depresión será la principal causa de discapacidad en los países desarrollados, tan sólo superada por las enfermedades cardiovasculares.

Dejando causas médicas aparte, un gran número de estas depresiones son debidas mayormente a que las personas tenemos una capacidad increíble para fastidiarnos la vida.

Estamos en la era de la "infelicidad adquirida", donde se nos ha olvidado como ser felices, lo cual no es de extrañar debido a que por lo general, conocemos mil y una maneras de no ser felices mientras que las maneras de ser felices se pueden contar con los dedos de una mano.

Si no me crees te invito a hacer la prueba.


¿Cuál es la causa de esto?

Según mi opinión una de las principales causas es que a las personas se nos ha olvidado valorar lo que tenemos.

¿Te has planteado alguna vez la suerte que tienes por el simple hecho de poder comer todos los días? (según la ONU 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre) ¿O por abrir el grifo y tener agua corriente? (Más de 1.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable), pequeños detalles "sin importancia" a los que por lo general no contemplamos como el lujo que realmente son...

Por eso me entristece el ver como aquí, la infelicidad se asocia a que me hayan bajado el sueldo, no poder tener el último móvil de mercado, no poder comprarme un BMW, etc. Hemos establecido como indicadores de la felicidad nuestras posesiones, en vez de centrar la capacidad de ser felices en nosotros mismos y en valorar la vida que tenemos.

Tanto tienes tanto vales... en vez de tanto eres tanto vales.

¿Sabes cuánto va a durarte la felicidad de tener un BMW? Hasta que tu vecino se compre un Mercedes descapotable mejor que tu coche, o ¿De qué depende de que tu sueldo te satisfaga? De lo que cobre tu yerno, amigos, esposa, compañeros de oficina, etc. y esto ocurre con tal cantidad de cosas que la lista sería interminable...

Conclusión, si esa es tu manera de medir la felicidad siempre vas a estar insatisfecho.

En el mundo en el que vivimos todas y me reitero todas las personas situadas en la clase media o superiores tienen la capacidad de ser felices, sólo les hace falta replantearse por qué no lo son ya.

"Quiero ser feliz" es un objetivo habitual en las sesiones de Coaching Personal, cuando un cliente me formula esta pregunta, a menudo suelo contestar con un ¿Qué te lo impide?...la cual suele ser respondida por una gran cantidad de excusas y justificaciones (Ojo, para el cliente en un principio son verdaderos problemas y eso es totalmente respetable) lo que sí es curioso es que un denominador común habitual en todas ellas es que son factores externos a la persona las que crean infelicidad.

Condicionamos nuestra felicidad a factores que no podemos controlar o a otras personas. Frases del tipo "cuando haga "x" seré feliz", "si consigo "x" seré feliz" y similares son el pan de cada día. Lo que muchas veces se olvida es que a menudo para tener "x", conseguirlo, o hacerlo uno de los requisitos indispensables es ser feliz, o por lo menos actuar "como sí".

Este es otro de los puntos que contribuyen a crear infelicidad en las personas y explica porque hay gente a la que por ejemplo el resultado de un Barça- Madrid puede fastidiarle el día o la semana...

¿Realmente merece la pena dejar que un partido de fútbol te j*** la vida?

¿Realmente eres más feliz por ganar 43.000 E. al año en vez de 40.000?

¿No crees que es más fácil encontrar pareja si eres capaza de sonreír?

¿No crees que si eres feliz conseguirás antes ese ascenso que quieres, en vez de estar amargado hasta que lo consigas?

A menudo la felicidad es cuestión de apreciar esos pequeños detalles que tenemos en nuestra vida, y por estar tan acostumbrado a ellos hemos dejado de darles la importancia que realmente merecen.

Recuerda, tú puedes ser feliz aquí y ahora, valora adecuadamente lo que tienes y sobre todo valora quien eres

Procrastinación

lunes, 11 de abril de 2011 0 comentarios



"Si realmente es importante para ti, encontrarás una manera. Si no, encontrarás una excusa."


¿Sabes porque te cuesta el seguir una dieta, el levantarte del sofá para ir al gimnasio, madrugar, dejar de fumar, etc. y en cambio eres capaz de pegarte horas y horas haciendo algo que realmente te gusta, o de recorrerte 2000 km en un fin de semana por ir a ver un concierto de ese grupo que tanto te apasiona?

Porque tu cerebro está programado para buscar el placer, huir del dolor, y se orienta al corto plazo. Estas dos poderosas fuerzas, placer y dolor son las que condicionan el 99% de las decisiones que tomamos en la vida.

Estar tumbado en el sofá supone un placer mayor que levantarse para ir a correr, para ir a comprar, o para realizar cualquier otra tarea que no nos apasione demasiado, aunque a largo plazo el beneficio de realizar lo que no nos apetece sea mayor.

A la única parte de tu cerebro que le interesa el largo plazo es a la parte racional, la cual como quien dice en comparación con la historia de la evolución, surgió "antes de ayer", es "el nuevo" (¿A que en tu empresa/trabajo muchas veces no se le escucha al nuevo? Total...que va a saber, si acaba de llegar) mientras que el cerebro emocional (límbico, es el que tenemos en común con los mamíferos) y el reptiliano (instintivo) tienen millones de años de experiencia a sus espaldas, son "los jefes" y sobre los que más peso tienen en nuestras decisiones (Sí, somos seres totalmente irracionales).

Tu cerebro racional te dice: "tienes que ir a correr, eso mejorará tu salud, tu forma física y te permitirá quitarte ese flotador que desde hace un tiempo rodea tu cintura", mientras tu cerebro emocional te grita con todas sus fuerzas "estás a gusto, eso es bueno, correr cansa, es malo". Conclusión, no lo haces, o te auto engañas diciendo: "mañana iré", "por un día que no vaya no pasa nada...", etc.

Dejar de lado lo que realmente tienes que hacer para dedicarte a realizar cosas que te apetecen más es lo que se conoce con el nombre de procrastinación (puedes ver una explicación mucho más completa aquí: http://www.youtube.com/watch?v=nEwaW0AKfDY).
Prácticamente todo el mundo hemos procrastinado alguna vez, procrastinar es lo fácil, lo cómodo, lo que nos gusta y lo que nuestro cerebro nos manda que hagamos, sin embargo si queremos lograr nuestros objetivos en la vida, a menudo debemos de estar dispuestos a ser capaces de soportar ese dolor a corto plazo que nos hace procrastinar y dirigirnos hacia el placer a largo plazo.

¿Cuás el remedio para evitar la procrastinación?

La fuerza de voluntad y la creación o sustitución de hábitos.

Es más fácil salir a correr si lo hago por ejemplo, todos los martes y jueves de 19:00 a 20:00, los primeros días costará, pero luego ya se convertirá en rutina, y con el tiempo se habrá generado un nuevo hábito (el tiempo de generación de un nuevo hábito es de 21 días aproximadamente). Lo curioso es que una vez que hayas implementado este hábito lo que te causará dolor será dejar de ir a correr...

El mismo caso se da cuando queremos cambiar un hábito que ya tenemos. Es mucho más facil si lo sustituímos por otro nuevo, por ejemplo dejar de fumar ¿Por qué todo el mundo que deja de fumar a menudo toma caramelos, chicles o chupa-chups?

En este caso el consumo obsesivo de caramelos o chupa-chups tampoco es que sea especialmente beneficioso, pero sin duda sí que és más positivo que el fumar.

Recuerda, vencer la procrastinación está en tu mano... aunque si lo consigues del todo... ¡dime cómo!

Un mal día

viernes, 1 de abril de 2011 0 comentarios



"La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado" American History X

Stephen Covey ya nos hablaba en sus libros del famoso "Principio 90/10" el cual es el siguiente: "El 10% nuestra vida está determinado por lo que nos pasa, el otro 90% por la forma en la que respondemos a eso que nos pasa".

No puedes elegir que llueva, que se te rompa el coche, que haya un atasco cuando vas a trabajar, que se te manche tu camisa favorita...pero si puedes elegir como te lo tomas.

Hay una gran diferencia entre reaccionar y responder, la reacción es automática, inmediata, no meditada y cuando reaccionamos no prevemos las consecuencias de nuestro comportamiento, sin embargo cuando respondemos, la respuesta es meditada y elegida, lo cual nos permite tener en cuenta sus efectos y valorarlos, para actuar en consecuencia.

¿Cuál es la anatomía de un mal día?

A menudo una situación que por lo general ocurre por la mañana temprano a la cual reaccionamos y que acaba por afectarnos el resto del día, aunque sea de manera inconsciente. Puede ser desde mancharnos la camisa desayunando, que amanezca lloviendo o encontrarnos un atasco camino del trabajo...

Veamos el siguiente ejemplo:

Imagina que acabas de perder una operación de ventas... ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza? Si son pensamientos del tipo, me van a despedir, me va a caer una bronca, etc. acabas de comenzar tu mal día.

Después de esto te pones nervioso...esperas la llamada de tu jefe.

A continuación debido que sólo estás pensando en la llamada de tu jefe, tramitas mal el pedido para otro de tus clientes.

Estás tan ocupado corrigiéndolo que se te olvida la reunión que tenías a las 12:00.

A las 12:45 te llaman porque no has acudido a la reunión, por lo que a pesar de que no has terminado de corregir el pedido, decides dejarlo para luego y acudir, ya que tu presencia es importante.

Como vas corriendo a la sala de juntas, por el camino chocas con Juan Pérez de administración, el cual venía de la máquina de café, café que ahora está en tu chaqueta y por ese maravilloso informe que tienes que presentar...y así un largo etcétera.

¿Cómo crees que será tu actitud cuando regreses a casa?

¿Cómo crees que terminará el día?

A pesar de que la situación está relatada desde la caricatura, seguro que te resulta familiar...

¿Al final quien ha provocado el mal día?

El café de Juan, la llamada de la reunión, la venta... ¡¡¡todo eso pertenece al 10% de situaciones que no controlamos, y que simplemente pasan!!!

¡¡La respuesta es tu mismo y tus reacciones!!

La venta ya está perdida...y eso es algo sobre lo que no puedes hacer nada!!! Ha sucedido, punto, y la única opción que tienes es enfrentarlo y asumirlo.

Sin embargo cuantas veces nos atormentamos con el típico "y si hubiese hecho esto en vez de..." ¿Para qué sirve eso? El pasado es pasado, y una vez elegimos una alternativa el resto de puertas deben cerrarse, nunca sabrás realmente que hubiera pasado o pasará si hubieses escogido otra opción.

O peor todavía...cuando anticipamos cosas que ni siquiera pasarán...en el caso anterior, esto está ejemplificado al esperar la llamada del jefe... no he vendido por lo tanto quizá me despedirá, me echará la bronca, no me ascenderá, etc. De nuevo preocupaciones que afectan a ese 10% de situaciones que no podemos controlar....lo que tenga que pasar pasará, tú puedes controlar tus respuestas, no las de tu jefe.

La parte buena es que a menudo estos "malos días" suelen tener un patrón recurrente, por eso es importante reconocerlo e interrumpirlo antes de que desate un efecto dominó de consecuencias totalmente imprevisibles.

En primer lugar presta atención a tu fisiología, en un mal día seguramente tus hombros estén caídos, estés ligeramente encorvado y cabizbajo...Esa no es precisamente la postura de una persona que destaque por su alegría y jovialidad ¿No te parece?

Eleva tu cabeza, echa tus hombros hacia atrás y ponte erguido...verás cómo tu estado de ánimo cambia. Así es imposible estar triste!!!

En segundo lugar, rompe el patrón, si ves que estás comenzando a tener "malos pensamientos" haz algo diferente, no importa lo que, simplemente hazlo!! Quizás sea empezar a saltar, ponerte esa canción que te motiva, o simplemente irte tomar un café, más vale invertir cinco minutos en volver a estar bien que malgastar un día entero...si no dejas caer la primera ficha, el resto no le seguirán.

Por último, analiza las situaciones que están bajo tu control, las que cuyo resultado depende exclusivamente de ti mismo y cómo puedes actuar sobre ellas, esas son las que realmente te deben preocupar, si te preocupas por el resto...vas a tener un mal día.

Miedo...

viernes, 4 de marzo de 2011 0 comentarios

"Ser consciente de que vas a morir te quita el miedo a perder" Steve Jobs

Las personas tenemos una gran cantidad de miedos...

Miedo a lo desconocido, miedo al fracaso, miedo al ridículo, miedo a que pensarán de mi, a que me hagan daño...

Miedos que paralizan, que frenan, que impiden el vivir esa vida que siempre se ha querido tener, el cumplir esos sueños que un día dejamos olvidados porque no nos creímos capaces de llevarlos a cabo...

Y lo curioso es que la mayoría esos miedos puede solucionarse con una simple pregunta... ¿Qué pasaría si ocurriera/hiciera esto?

Una pregunta cuya respuesta por lo general suele ser...no pasaría absolutamente nada.

Sin embargo, el paso más dificil de todos es creerselo.

¿Cuantas cosas te has perdido en la vida debido a tus miedos?

Enfréntate a tus miedos, atrévete a vivir tus sueños.

Me gustaría concluir con un pequeño fragmento de la película Dune acerca del miedo:


"No conoceré el miedo. El miedo mata la mente.Permitiré que pase sobre mi y a través de mi. Y cuando haya pasado, giraré mis ojos para escrutar su camino. Allí por donde mi miedo haya pasado ya no quedará nada, sólo estaré yo"

Zanahorias, huevos y granos de café

jueves, 24 de febrero de 2011 0 comentarios



Una historia para reflexionar...

Una joven fue a ver a su madre. Le contó sobre los momentos que estaba viviendo y lo difícil que le resultaba salir adelante. No sabía cómo iba a hacer para seguir luchando y que estaba punto de darse por vencida y abandonar todo. Ya estaba cansada de luchar y empeñarse por vencer los obstáculos. Tenía la impresión de que tan pronto lograba encontrarle la solución a un problema, inmediatamente surgía otro.

Su madre le pidió que la acompañara a la cocina. Llenó tres ollas con agua. En la primera colocó zanahorias, en la segunda huevos y, en la última,colocó granos de café molidos. Sin decir una palabra esperó que el agua de las ollas empezara a hervir. Unos veinte minutos más tarde apagó las hornallas.

Retiró las zanahorias y las colocó en un recipiente. Hizo lo mismo con los huevos. Luego, con un cucharón, retiró el café y también lo puso en otro recipiente. Dirigiéndose a su hija, le preguntó: "Ahora dime lo que ves".

 "Veo zanahorias, huevos y café", fue la respuesta de la hija. La madre le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Estaban blandas. Después le pidió que tomara un huevo y lo pelara. Una vez retirada la cáscara, pudo observar que el huevo se había endurecido. Finalmente, le pidió que tomara un trago del café. La hija sonrió al oler el rico aroma que desprendía la infusión.

Entonces la hija preguntó: "¿A qué viene todo esto, mamá?" La madre le explicó que cada uno de esos objetos había tenido que enfrentar la misma adversidad -el agua hirviendo- pero cada uno había reaccionado de una manera diferente. La zanahoria era dura, resistente en el momento de haber sido colocada en el agua. Sin embargo, al ser sometida al agua hirviendo, quedó blanda y débil. La frágil cáscara exterior había protegido al líquido del interior del huevo. Pero, una vez hervido, el interior se endureció. Sin embargo, los granos de café molidos eran singulares. Una vez colocados en el agua hirviendo, fue el agua la que cambió.

"¿Con cuál de estos elementos te puedes identificar?" le preguntó a la hija. "Cómo le respondes a la adversidad cuando ésta golpea a tu puerta?

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Piensa en esto: ¿Qué soy? ¿Soy la zanahoria que parece ser fuerte pero, con el dolor y la adversidad me marchito y pierdo mi fuerza? ¿Soy el huevo que al principio tiene un corazón blando, pero cambia con el calor? ¿Es que tuve un espíritu fluido pero, después de una muerte, una separación, un problema económico o alguna otra situación difícil, me he vuelto dura y rígida? ¿Será que el aspecto de mi cáscara no cambió pero, por dentro, me he convertido en una persona amargada y difícil, con un espíritu rígido y un corazón endurecido?

¿O es que soy como los granos de café? De hecho, el grano hace cambiar al agua caliente, precisamente a la circunstancia que le produce dolor. Cuando el agua se calienta, el grano libera la fragancia y el sabor. Si tú eres como el grano de café entonces, cuando las cosas han llegado a su peor momento, tú empiezas a mejorar y a cambiar la situación creada alrededor tuyo. ¿Te puedes elevar a otro nivel en los momentos más sombríos y al enfrentar enormes desafíos?

¿Cómo enfrentas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Imposible

martes, 22 de febrero de 2011 0 comentarios


Prácticamente todo ha sido alguna vez imposible, hasta que alguien lo ha hecho.


Tomemos como ejemplo la historia de Roger Bannister. Roger fue la primera persona en el mundo en recorrer una milla en un tiempo inferior a 4 minutos.

Antes de que él lo hiciese, los 4 minutos era el tiempo imposible, la barrera que ninguna persona había sido capaz de cruzar, una marca fuera del alcance de todo el mundo.

¿Que se obtenía de esto? Cualquier atleta que se dispusiese a correr la distancia de una milla sabía que aunque diese lo mejor de sí mismo, el tiempo en el cual iba a finalizar la prueba iba a ser superior a cuatro minutos.

Y efectivamente así era, de esta manera habían perdido toda posibilidad de rebajar ese tiempo antes incluso de que la carrera comenzase.

Sin embargo Bannister no lo creía así, y él lo hizo, el 6 de enero de 1954, con un tiempo de 3 minutos, 59 segundos y 4 décimas, Roger Bannister se convertía en la primera persona en la historia en parar el cronómetro por debajo de la cifra maldita de los 4 minutos.

Lo curioso no se queda ahí, después de que Bannister lograse su hazaña, en el periodo de un año, 37 atletas más lograron la misma proeza, y entre 1955 y 1956 ya eran 300 los que lo habían conseguido.

¿Qué ocurrió entonces? ¿Surgió una nueva generación de súper atletas en los dos años posteriores a la hazaña de Bannister?

No, simplemente se derrumbó la creencia de que la barrera de los 4 minutos era algo infranqueable, Bannister lo había conseguido, por lo que ya había dejado de ser una mera ilusión, una limitación, había demostrado que era posible.

Todas las personas tenemos creencias, y a pesar de que no seamos conscientes de ello, algunas de ellas nos lastran, nos retienen, y nos limitan enormemente en una gran cantidad de aspectos de nuestra vida, son las llamadas Creencias limitantes.
Mucha gente cree que nunca va a ser feliz en su trabajo, que la vida es dura, que no va a encontrar trabajo, que sus sueños son inalcanzables... y eso precisamente es lo que obtienen, ¿Por qué? Porque en el fondo ya se han resignado a ello y actúan en consecuencia.

¡¡¡Para llegar a tener esa vida que siempre has querido en primer lugar debes de creer que es posible que la tengas!!!

Por último me gustaría dejarte unas preguntas para reflexionar...

¿Cúales son tus creencias limitantes?

¿Has comprobado alguna vez si tienen unos fundamentos suficientemente sólidos como para sostenerse?

¿Qué te supondría el renunciar a ellas?

¿De qué manera te está limitando el tenerlas?

Un buen ejercicio para ello es el realizar una lista con las creencias limitantes que tengas actualmente, y a continuación para cada una de ellas el escribir al menos cuatro argumentos por los que esa creencia realmente es un hecho.

¿Te sientes capaz de hacerlo?


Cualquiercosa-Coaching y otros "limpiapeines"

martes, 15 de febrero de 2011 7 comentarios

"Saber cambiar una lámpara no le hace a uno electricista"


Últimamente, hablando con compañeros de profesión ha salido a relucir el tema del intrusismo profesional en este sector de manera recurrente, coincidiendo todos en que ya empieza a ver "cierto cabreo" con el asunto.

Hoy "esto del Coaching", como se suele decir, está de moda, y mucha gente sin escrúpulos ha comenzado a auto-colgarse letreros de Coach sin ningún reparo, dándose cuenta que así pueden facturar 200 euros/hora a cualquier desprevenido con promesas de solucionar la vida en una sesión o de resultados increíbles después de seguir un proceso de "su coaching" (Sí. con c minúscula.).

Hay gente que tiene verdaderas habilidades de escucha y conversacionales, pero al igual que la frase que aparece al pie de foto, hay que tener muy claro que ¡¡¡NO SON COACHES!!! (Ojo!, no estoy hablando de la gente con formación y experiencia en Coaching (con C mayúscula) que tiene esas habilidades), alquilarán su "escucha", te relajarán, o harán lo que sea, pero no será Coaching.

Al igual que un curso de 120 horas no te hace Coach (yo personalmente acumulo unas 800 horas de formación en Coaching y me sigo considerando un aprendiz, con cierta experiencia eso sí, pero en el fondo aprendiz), pero si puede sentar los cimientos sobre los que se comience a construir un grandioso Coach.

Hoy en día en España hay cantidad de escuelas que ofrecen excelentes programas formativos en Coaching, unas acreditadas por ICF, otras no, pero eso ya es harina de otro costal que comentaré en otros post.

¿Qué pasa si vas a un cliente potencial y te dice..."Ya estuvo aquí otro "coach", me "levantó" 3000 euros y no hizo nada, sólo psicología barata, el Coaching es una m..., no sirve para nada" a mí personalmente me ha pasado, y no es agradable, ni como emprendedor, ni como Coach.

Por mucho más que le expliques lo que es realmente el Coaching, le enseñes certificaciones, referencias, títulos...no hay nada que hacer, y podéis imaginaros el daño que se hace al sector y a la profesión.

Otro punto que me gustaría tocar es el de Cualquiercosa-coaching al que hace referencia el título, estoy totalmente de acuerdo en que el sector del Coaching evoluciona hacia la especialización, pero están surgiendo por ahí ciertos combinados del estilo "feng sui-coaching", "abhadarma-coachig", etc. Que generalmente son impartidos por coaches auto definidos como tales. (¿Casualidad? No lo sé...)

Señores...el Coaching es Coaching, y sea cual sea el tipo de Coaching, en lo que consiste todo proceso es en que el cliente "encuentre" las respuestas que ya tiene, el Coach es un mero facilitador, una persona que le ofrece su apoyo durante un tiempo, para que más tarde la persona viva su vida.

Como es habitual oír, el Coaching no es terapia, no es consultoría, no es mentoring, no es asesoría, y no es tu "mejor amigo" al que contarle tus penas, es tan sólo Coaching.

Por ello desde este blog me gustaría animar a los posibles lectores interesados en el Coaching a que si van a contratar a un Coach, exijan la debida certificación o el justificante de que ha recibido la formación correspondiente en Coaching.

Y a los lectores que ya son Coach (o están en proceso...) ánimo, entre todos podemos hacer del Coaching la profesión seria y respetable que realmente es.

Los juicios

viernes, 28 de enero de 2011 0 comentarios



Las personas somos auténticas máquinas de hacer juicios.


¿Sabías que bastan cuatro minutos para generar en nuestra cabeza una idea de cómo es una persona?

Muchas veces colgamos etiquetas a la gente nada más conocerla, esta persona es amable, simpática, elegante, merece la pena, es sosa, solo hace perder el tiempo, es tonta, etc... lo que muchas veces se nos olvida es que todas esas etiquetas son solamente opiniones, juicios de valor, realizados desde nuestro punto de vista.

Una vez etiquetada la persona, nos creamos un concepto de ella que grabamos a fuego en nuestra mente, y que aplicaremos cada vez que interactuemos con ella.

Estos juicios, etiquetas, conceptos, acaban influyendo en nuestra actitud hacia esa persona, llegando incluso a hacernos llegar a la conclusión de que una persona no vale la pena, incluso cuando no le hemos dado la oportunidad de demostrarlo.

¿Te has parado alguna vez a pensar cuantos juicios de valor haces a lo largo del día?

¿Cuántas personas tienes “etiquetadas” en tu vida?

¿Acaso las conoces lo suficiente como para saber realmente como son?

¿Acaso les has dado la oportunidad de demostrártelo?

El filtrar la información que recibimos de nuestro exterior según nuestro punto de vista es algo habitual, me atrevería a asegurar (con el peligro que conllevan las generalizaciones) que prácticamente todo el mundo lo hace.

Cuando vayamos a relacionarnos con una persona, hay que evitar el realizar juicios sobre la persona en su totalidad, debemos centrarnos en la acción en concreto.

Ejemplo:

Juan trabaja de camarero en un pequeño bar de su barrio, y es un excelente camarero, sin embargo no sabe hacer bien los cafés (nadie es perfecto).

El cliente A, al pedir un café piensa: Vaya camarero de m… no sabe ni poner bien un café.

El cliente B, al pedir un café piensa: Vaya café me ha puesto…este chico no sabe poner cafés.

En el primero de los casos, el cliente A, ha realizado un juicio sobre la persona de Juan (es mal camarero), en el cual pone en evidencia la capacidad de Juan para trabajar como camarero, mientras que el cliente B, ha realizado un juicio sobre la acción (no sabe poner cafés, pero puede ser un excelente camarero), lo que evidencia una debilidad de Juan, pero no le incapacita para desempeñar de forma excelente el resto de labores de camarero.

¿Qué diferencias encuentras entre estas dos apreciaciones?

Ahora que sabes esto, te invito a pararte a pensar un par de segundos antes de etiquetar a una persona….

Otra de las cosas que solemos filtrar de manera habitual es lo que la gente nos cuenta…

¿Cuántas veces te ha contado alguien un problema que tenía y has pensado…”Vaya tontería…”?

¿Acaso te has parado a pensar que para la persona que te lo cuenta puede ser realmente un problema?

El ponerse en el lugar del otro y ver el mundo desde su punto de vista es lo que se conoce como empatía.

La empatía supone el “apagar” nuestros filtros internos e intentar ponernos en la piel de la otra persona, el concepto en sí es fácil de explicar, sin embargo el hacerlo requiere mucho trabajo, y sobre todo voluntad.

Las 10.000 horas

jueves, 13 de enero de 2011 3 comentarios



“¡Un genio! ¡He practicado catorce horas diarias durante treinta y siete años, y ahora me llaman genio!” Pablo Sarasate

Rebuscando un poco entre mis textos, he encontrado este extracto de un libro titulado "Fueras de Serie" del autor Malcom Gladwell, y he decidido publicarlo en el blog por que considero que aunque algo largo, merece la pena que sea compartido.

Así encontrará el éxito

Hace más de un decenio que los psicólogos del mundo entero debaten apasionadamente sobre una cuestión que la mayoría de la gente consideraría zanjada hace muchos años. La pregunta es: ¿existe el talento innato?

La respuesta obvia es que sí. El éxito es talento más preparación. El problema de este punto de vista es que, cuanto más miran los psicólogos las carreras de los mejor dotados, menor les parece el papel del talento innato; y mayor el que desempeña la preparación (...) De hecho, los investigadores se han decidido por lo que ellos consideran es el número mágico de la verdadera maestría: diez mil horas.

Los Beatles tocaron 270 noches en año y medio en Hamburgo. Al final de esa experiencia sonaban como nadie.

Las dichosas diez mil horas son una enorme cantidad de tiempo. Es casi imposible alcanzar esa cifra por uno mismo cuando se es un adulto joven. Hay que tener padres que le animen y apoyen a uno. No se puede ser pobre, porque si uno tiene que atender un trabajo de jornada reducida aparte para llegar a fin de mes, no le quedará tiempo suficiente para practicar durante el día. De hecho, la mayoría de la gente sólo puede alcanzar esa cifra formando parte de alguna especie de programa especial -como una selección sub-16 de hockey- o accediendo a alguna especie de oportunidad extraordinaria que les dé una posibilidad de invertir tantas horas en una misma cosa.

Esta regla de las diez mil horas, ¿es una regla general para el éxito?

Vamos a probar la idea con dos ejemplos, y para simplificar, vamos a elegirlos tan familiares como nos sea posible: los Beatles, uno de los grupos de rock más famosos de todos los tiempos, y Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo.

Lennon y McCartney empezaron a tocar juntos en 1957, siete años antes de desembarcar en América (...) En 1960, cuando no eran más que un conjunto rock de instituto que luchaba por abrirse camino, les invitaron a tocar en Hamburgo (Alemania). "En el Hamburgo de entonces no había clubes de música dedicados al rock and roll, pero sí barras americanas", explica Philip Norman, biógrafo de los Beatles. Uno de los dueños de estos clubes de mala nota, llamado Bruno, había empezado como empresario de parque de atracciones. Se le ocurrió la idea de llevar grupos de rock a tocar en varios clubes. Tenían esta fórmula. Era un enorme espectáculo ininterrumpido, con mucha gente entrando y saliendo a todas horas. Y las bandas tocaban todo el tiempo para atraer a ese flujo humano. En un barrio rojo de Estados Unidos lo habrían llamado non-stop strip-tease. (...) ¿Y qué tenía Hamburgo que lo hacía tan especial? No era que pagasen bien. Pagaban mal. O que la acústica fuera increíble. No lo era. Ni que el público fuese sensible y entendido. Todo lo contrario. Fue simplemente la cantidad de tiempo que el grupo tenía que tocar.

Oigamos a John Lennon, entrevistado después de que los Beatles se disolvieran, hablando sobre las actuaciones de la banda en un strip-club de Hamburgo, el Indra: "Íbamos mejorando y ganando en confianza. Era inevitable, con toda la experiencia que daba tocar toda la noche. Y al ser extranjeros, teníamos que trabajar aún más duro, poner todo el corazón y el alma para que nos escucharan. En Liverpool, las sesiones sólo duraban una hora, así que sólo tocábamos las mejores canciones, siempre las mismas. En Hamburgo debíamos tocar ocho horas, así que no teníamos más remedio que encontrar otra forma de tocar".

Escuchemos ahora a Pete Best, batería de los Beatles en aquellos tiempos: "Cuando corrió la voz de las actuaciones que hacíamos, el club comenzó a programar muchas seguidas. Actuábamos siete noches por semana. Al principio tocábamos casi sin parar hasta las doce y media, cuando cerraba el club, pero a medida que fuimos mejorando, la gente se quedaba hasta las dos casi todas las noches".

Al final, los Beatles viajaron a Hamburgo cinco veces entre 1960 y finales de 1962 (...) En poco más de año y medio habían actuado 270 noches. De hecho, cuando tuvieron su primer éxito en 1964, habían actuado en directo unas 1.200 veces. Para comprender cuán extraordinario es esto, conviene saber que la mayoría de los grupos de hoy no actúan 1.200 veces ni en el curso de sus carreras enteras. El crisol de Hamburgo es una de las cosas que hacen especiales a los Beatles.

"Cuando llegaron allí eran unos inútiles sobre el escenario, pero volvieron siendo muy buenos", sigue Norman. No sólo ganaron en resistencia. Tuvieron que aprenderse una enorme cantidad de temas y hacer versiones de todo lo imaginable, no sólo de rock and roll, también algo de jazz. Antes de ir a Alemania carecían de toda disciplina escénica. Pero cuando volvieron sonaban como nadie. Eso fue lo que les dio su sello.

Pero volvamos a la historia de Bill Gates, casi tan conocida como la de los Beatles: un joven y brillante matemático que descubre la programación. Deja Harvard. Funda con sus amigos una pequeña empresa de informática llamada Microsoft; y a fuerza de pura brillantez, ambición y cuajo, la convierte en un gigante del sector del software. Hasta aquí, el perfil en sentido amplio. Pero vamos a cavar un poquito más profundo.
El padre de Gates era un rico abogado de Seattle, y su madre, hija de un banquero acomodado. De niño, Bill se reveló como un talento precoz, fácilmente aburrido por los estudios; así que sus padres lo sacaron de la escuela pública y, cuando iba a empezar el séptimo curso, lo enviaron a Lakeside, una escuela privada a la que las familias de la élite de Seattle enviaban a sus hijos. A mitad del segundo año de Gates en Lakeside, la institución creó un club informático.

"Todos los años, el club de madres de la escuela organizaba un mercadillo de artículos usados, y siempre estaba la pregunta de adónde iría el dinero", recuerda Gates. "A veces se destinaba al programa de verano, que permitía a los chicos de ciudad pasarlo en el campus. También se destinaba a las necesidades de los profesores. Aquel año se invirtieron 3.000 dólares en una terminal informática sita en un cuartito del que procedimos a apoderarnos. Nos parecía una cosa asombrosa". Y tanto, porque era 1968. Y en los años sesenta ni siquiera las universidades tenían clubes informáticos (...)

Bill Gates pudo programar en tiempo real mientras cursaba octavo de educación básica. A partir de aquel año, Gates vivió en la sala del ordenador. Él y otros empezaron a enseñarse a sí mismos cómo usar aquel extraño dispositivo nuevo. Ni que decir tiene que alquilar una terminal entonces puntera como la ASR salía caro incluso para una institución tan rica como el Lakeside, así que los 3.000 dólares recaudados por el club de madres no tardaron en agotarse. Los padres recaudaron más dinero. Los estudiantes se lo gastaron. Entonces, un grupo de programadores de la Universidad de Washington formó un equipo llamado Computer Center Corporation (o C al Cubo), que arrendaba horas de ordenador a empresas locales. Quiso la suerte que una de los fundadores de la firma, Monique Rona, tuviera un hijo en Lakeside, un año por delante de Gates. Y al club informático de Lakeside, se preguntó Rona, ¿no le gustaría probar los programas de software de la empresa durante los fines de semana a cambio de tiempo de programación gratuito? ¡Pues no faltaba más! Después de la escuela, Gates tomaba el autobús a las oficinas de C al Cubo y programaba hasta bien entrada la noche.

C al Cubo acabó por quebrar, lo que dejó a Gates y a sus amigos merodeando alrededor del centro informático de la Universidad de Washington. No tardaron en dar con otra empresa, ISI (Information Sciences Inc.), que les cedió horas de ordenador gratuitas a cambio de su trabajo en un software para automatizar nóminas de empresa (...) "Era mi obsesión", cuenta Gates al hablar de sus tempranos años en el instituto. "Me saltaba la educación física. Iba allí por las noches. Programábamos durante los fines de semana. Rara era la semana que no echábamos veinte o treinta horas (...) Por eso soy siempre tan generoso con la Universidad de Washington, porque me dejó robar tantas horas de ordenador".

(...) Aquellos cinco años que van desde octavo grado hasta el final del instituto fueron el Hamburgo de Bill Gates. ¿Y qué tenían en común prácticamente todas aquellas oportunidades? Que le dieron a Bill Gates tiempo suplementario para practicar. Cuando Gates dejó Harvard después de su segundo año de estudiante para probar suerte con su propia empresa de software, llevaba siete años consecutivos programando prácticamente sin parar. Había sobrepasado con creces las diez mil horas. ¿Cuántos adolescentes del mundo reunían la clase de experiencia que tenía Gates? "Me sorprendería mucho que hubiera habido cincuenta en todo el mundo", contesta él. (...) Todos los fueras de serie que hemos visto son beneficiarios de alguna especie de oportunidad insólita. (...) Fingimos que el éxito es exclusivamente un asunto de mérito individual. Pero no hay nada en ninguna de las historias que hemos visto hasta ahora que corrobore que las cosas son así de simples. Estas historias, en cambio, hablan de personas que tuvieron una oportunidad especial de trabajar duro y bien y la aprovecharon; y que además llegaron a su mayoría de edad en un buen momento para que su extraordinario esfuerzo fuese recompensado por el resto de la sociedad. Su éxito no fue sólo de fabricación propia: fue un producto del mundo en el que crecieron.

(...) Hasta ahora, en Fueras de serie hemos visto que el éxito proviene de la acumulación estable de ventajas: cuándo y dónde se nace, a qué se dedican los padres, cuáles son las circunstancias educativas. Otra pregunta es si las tradiciones y actitudes que heredamos de nuestros antepasados pueden desempeñar el mismo papel.

En las décadas de 1960 y 1970, el psicólogo holandés Geert Hofstede trabajaba para el departamento de recursos humanos de la oficina central europea de IBM. (...) Sostenía que se pueden clasificar las culturas según la confianza que éstas tengan en que el individuo cuide de sí mismo. Llamaba a eso "escala de individualismo versus colectivismo". No obstante, de todas las dimensiones de Hofstede, quizás la más interesante sea la que él llamó el "índice de distancia al poder": está relacionada con las actitudes hacia la jerarquía, en concreto, con cuánto valora y respeta la autoridad una cultura en particular. Para medir esa distancia, Hofstede hizo preguntas como: "Con qué frecuencia, en su experiencia, se da el siguiente problema: ¿los empleados tienen miedo de expresar su desacuerdo con los gerentes? ¿Hasta qué punto aceptan y esperan los miembros menos poderosos de organizaciones e instituciones que el poder se distribuya desigualmente? ¿Cuánto se respeta y se teme a la gente mayor? ¿Tienen las personas que ostentan el poder privilegios especiales? (...)

(Un ejemplo:) Los accidentes de aviación rara vez se producen en la vida real de la misma manera que en las películas. Las distintas partes del motor no explotan con un violento estallido. El timón de dirección no se rompe por la fuerza del despegue. El capitán no profiere un "¡Dios mío!" al ser arrojado contra el asiento (...). En un choque típico, el tiempo es malo, no necesariamente horrible, pero sí lo suficientemente malo para que el piloto se sienta un poquito más estresado que de costumbre. En un número apabullante de choques, el avión lleva retraso, y por eso los pilotos van con prisa. En el 52% de los choques, en el momento del accidente el piloto llevaba despierto doce horas o más, lo cual significa que está cansado y no piensa con claridad. El 44% de las veces era la primera vez que los pilotos volaban juntos, y eso quiere decir que no se sienten cómodos el uno con el otro. Entonces comienzan los errores, y no sólo uno.

(...) Después del choque de Kennedy (alusión al accidente de un avión colombiano en Nueva York en 1990), la dirección de las líneas aéreas Avianca encargó una investigación. Avianca acababa de tener cuatro accidentes en muy poco tiempo: Barranquilla, Cúcuta, Madrid [93 muertos] y Nueva York, y los cuatro casos, concluyó la línea aérea, "afectaban a aviones en condiciones perfectas para el vuelo, con una tripulación sin limitaciones físicas cuya capacidad de vuelo se consideraba normal o por encima de la media, y aun así, los accidentes se produjeron".

En el choque de Madrid [ocurrido el 27 de noviembre de 1983 en Mejorada del Campo], continuaba el informe, el copiloto intentó avisar al capitán de lo peligrosa que era la situación: "El copiloto tenía razón. Pero murieron porque cuando el copiloto hizo preguntas (...), la reacción del capitán fue ignorarle por completo. Quizá el copiloto no quería parecer rebelde poniendo en entredicho el juicio del capitán, o no quería quedar como un tonto porque sabía que el piloto tenía mucha más experiencia que él en aquella área. El copiloto debería haber defendido sus opiniones con más fuerza".

Nuestra capacidad de tener éxito en lo que hacemos está poderosamente relacionada con el lugar de donde somos. Y ser buen piloto y proceder de una cultura con una alta distancia al poder es una combinación difícil.

De libro "Fueras de serie", de Malcolm Gladwell
Fuente: elpais.com

Objetivos para el 2011

jueves, 6 de enero de 2011 0 comentarios


Con la llegada del nuevo año, viene siendo habitual que las personas enuncien objetivos, metas, etc. que esperan hacer realidad en el año venidero.

Perder peso, dejar de fumar, apuntarse a un gimnasio, entre otras, suelen ser algunas de las que ostentan el Top Ten de propósitos para el nuevo año, sin embargo, la mayoría de las buenas intenciones se quedan en eso...buenas intenciones.

Siempre que no nos apetece hacer algo, cualquier "tontería" que surja, nos supone un plan muchísimo mejor que hacer que por ejemplo, salir a andar esa media hora diaria que nos habíamos propuesto el año pasado...

A continuación para evitar esto, van unos criterios que debe cumplir todo buen objetivo, sin embargo no hay que olvidar que al final, el principal ingrediente para cumplir nuestros objetivos es la voluntad.


¿Qué criterios debe de seguir  la formulación de tus objetivos?


Un objetivo debe de ser S.M.A.R.T (Inteligente)


Específico (Specific)

No basta con enunciar los objetivos de forma general, por ejemplo si alguien tiene para el nuevo año como objetivo "ser mejor persona", debería plantearse qué significa para él ser mejor persona.
Para alguien el "ser mejor persona" puede significar el realizar un donativo a una ONG, para otra el hacer un favor a un amigo, etc.

Clarifica tus objetivos, y si contienen algún término generalista, intenta desgranarlo hasta llegar a los conceptos que tiene detrás.

Cuanto más específico sea tu objetivo, más concentrarás tus esfuerzos en él y más probabilidades tendrás de conseguirlo.

Medible (Measurable)

El resultado se debe de poder medir, ¿Cómo sabrás si lo has conseguido? ¿A cuánto estás de conseguirlo?
Si el resultado es algo físico, por ejemplo, comprarte un PC, es más fácil medirlo, o lo compras o no, sin embargo, si se trata de algo inmaterial, puede resultar más complicado.

Si no puedo medir cuanto he avanzado en mi objetivo, se hace muy difícil saber dónde estoy.

Establece indicadores para comprobar el cumplimiento de tus objetivos. 

Concertado (Agreed)

Debes de formularte objetivos que estés dispuest@ a cumplir, si por ejemplo tienes vértigo, quizás el hacer puenting el próximo año no sea lo más adecuado...o sí.

Realista (Realistic)

Debes de poder cumplirlo. Si por ejemplo te planteas el ser campeón del mundo de 100 metros lisos, cuando no has corrido en tu vida...es complicado que lo logres.

Temporal (Time phased)

Alguien dijo una vez que la diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha. Debes tener claro para cuando quieres lograrlo, establece un horizonte temporal para la consecución de tus objetivos.

El establecer una fecha concreta es lo que te empujará a planificar como hacerlo, a pensar y a trabajar para lograrlo.


Un objetivo debe de ser P.U.R.E (Puro)


Enunciado positivamente. (Possitively Stated)

La mente humana es muy caprichosa, y una gran amante de la psicología inversa. ¿Qué ocurre si te digo que no pienses en un elefante azul?

Lo estás viendo ¿verdad?

Enuncia siempre tus objetivos de manera positiva, si no tu mente los interpretará al revés.

Comprendido (Understood)

Debes de asegurarte que comprendes perfectamente tu objetivo.
Que métodos son necesarios para alcanzarlo, que te va a aportar el conseguirlo, las consecuencias que va a tener en ti, el esfuerzo que te va a suponer, etc.

Relevante (Relevant)

El objetivo debe de estar en línea con el fin que perseguimos, por ejemplo, si mi deseo es comprarme un coche en junio del año que viene y me planteo el aprender a jugar al ajedrez, no tiene demasiada relación.

Ético (Ethic)

Las personas por lo general son reacias a cumplir objetivos contrarios a sus valores personales. Si por ejemplo un valor personal propio es la honestidad, es muy difícil que cumplas un objetivo que requiera el no ser honesto.


Un objetivo debe de ser C.L.E.A.R (Claro)


Desafiante (Challenging)

Un objetivo debe de suponer un reto, de esta manera, tendremos un aliciente para esforzarnos e incrementará nuestra satisfacción personal así como nuestra autoestima.

Si yo me propongo el dar un paso... ¿Qué me supone el lograrlo?

Plantéate objetivos que exijan lo mejor de ti

Legal (Legal)

Algo en principio obvio...aunque hay gente para todo.

Inofensivo para el entorno (Enviromentally Sound)

¿Cómo cambiará tu entorno cuando consigas tu objetivo? Muchas veces, las cosas que nos planteamos hacer o deseamos, tienen consecuencias que muchas veces no contemplamos, tenlas en cuenta.

Por ejemplo si deseas ascender en tu empresa, igual eso conlleva el tener que trasladarte a otra ciudad.

Adecuado (Appropiate)

Tus objetivos deben de ser planteados de acuerdo a tu situación y a tu entorno, debes crear un contexto adecuado que facilite la consecución de tus objetivos.

Registrado (Registered)

Siempre por escrito, porque las palabras se las lleva el viento. El poner los objetivos por escrito ayuda a no olvidarlos y a tenerlos presentes, y sobre todo a dejar constancia de nuestro compromiso.


¿Cuáles son tus objetivos para el 2011?