Zanahorias, huevos y granos de café

jueves, 24 de febrero de 2011 0 comentarios



Una historia para reflexionar...

Una joven fue a ver a su madre. Le contó sobre los momentos que estaba viviendo y lo difícil que le resultaba salir adelante. No sabía cómo iba a hacer para seguir luchando y que estaba punto de darse por vencida y abandonar todo. Ya estaba cansada de luchar y empeñarse por vencer los obstáculos. Tenía la impresión de que tan pronto lograba encontrarle la solución a un problema, inmediatamente surgía otro.

Su madre le pidió que la acompañara a la cocina. Llenó tres ollas con agua. En la primera colocó zanahorias, en la segunda huevos y, en la última,colocó granos de café molidos. Sin decir una palabra esperó que el agua de las ollas empezara a hervir. Unos veinte minutos más tarde apagó las hornallas.

Retiró las zanahorias y las colocó en un recipiente. Hizo lo mismo con los huevos. Luego, con un cucharón, retiró el café y también lo puso en otro recipiente. Dirigiéndose a su hija, le preguntó: "Ahora dime lo que ves".

 "Veo zanahorias, huevos y café", fue la respuesta de la hija. La madre le pidió que se acercara y tocara las zanahorias. Estaban blandas. Después le pidió que tomara un huevo y lo pelara. Una vez retirada la cáscara, pudo observar que el huevo se había endurecido. Finalmente, le pidió que tomara un trago del café. La hija sonrió al oler el rico aroma que desprendía la infusión.

Entonces la hija preguntó: "¿A qué viene todo esto, mamá?" La madre le explicó que cada uno de esos objetos había tenido que enfrentar la misma adversidad -el agua hirviendo- pero cada uno había reaccionado de una manera diferente. La zanahoria era dura, resistente en el momento de haber sido colocada en el agua. Sin embargo, al ser sometida al agua hirviendo, quedó blanda y débil. La frágil cáscara exterior había protegido al líquido del interior del huevo. Pero, una vez hervido, el interior se endureció. Sin embargo, los granos de café molidos eran singulares. Una vez colocados en el agua hirviendo, fue el agua la que cambió.

"¿Con cuál de estos elementos te puedes identificar?" le preguntó a la hija. "Cómo le respondes a la adversidad cuando ésta golpea a tu puerta?

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Piensa en esto: ¿Qué soy? ¿Soy la zanahoria que parece ser fuerte pero, con el dolor y la adversidad me marchito y pierdo mi fuerza? ¿Soy el huevo que al principio tiene un corazón blando, pero cambia con el calor? ¿Es que tuve un espíritu fluido pero, después de una muerte, una separación, un problema económico o alguna otra situación difícil, me he vuelto dura y rígida? ¿Será que el aspecto de mi cáscara no cambió pero, por dentro, me he convertido en una persona amargada y difícil, con un espíritu rígido y un corazón endurecido?

¿O es que soy como los granos de café? De hecho, el grano hace cambiar al agua caliente, precisamente a la circunstancia que le produce dolor. Cuando el agua se calienta, el grano libera la fragancia y el sabor. Si tú eres como el grano de café entonces, cuando las cosas han llegado a su peor momento, tú empiezas a mejorar y a cambiar la situación creada alrededor tuyo. ¿Te puedes elevar a otro nivel en los momentos más sombríos y al enfrentar enormes desafíos?

¿Cómo enfrentas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Imposible

martes, 22 de febrero de 2011 0 comentarios


Prácticamente todo ha sido alguna vez imposible, hasta que alguien lo ha hecho.


Tomemos como ejemplo la historia de Roger Bannister. Roger fue la primera persona en el mundo en recorrer una milla en un tiempo inferior a 4 minutos.

Antes de que él lo hiciese, los 4 minutos era el tiempo imposible, la barrera que ninguna persona había sido capaz de cruzar, una marca fuera del alcance de todo el mundo.

¿Que se obtenía de esto? Cualquier atleta que se dispusiese a correr la distancia de una milla sabía que aunque diese lo mejor de sí mismo, el tiempo en el cual iba a finalizar la prueba iba a ser superior a cuatro minutos.

Y efectivamente así era, de esta manera habían perdido toda posibilidad de rebajar ese tiempo antes incluso de que la carrera comenzase.

Sin embargo Bannister no lo creía así, y él lo hizo, el 6 de enero de 1954, con un tiempo de 3 minutos, 59 segundos y 4 décimas, Roger Bannister se convertía en la primera persona en la historia en parar el cronómetro por debajo de la cifra maldita de los 4 minutos.

Lo curioso no se queda ahí, después de que Bannister lograse su hazaña, en el periodo de un año, 37 atletas más lograron la misma proeza, y entre 1955 y 1956 ya eran 300 los que lo habían conseguido.

¿Qué ocurrió entonces? ¿Surgió una nueva generación de súper atletas en los dos años posteriores a la hazaña de Bannister?

No, simplemente se derrumbó la creencia de que la barrera de los 4 minutos era algo infranqueable, Bannister lo había conseguido, por lo que ya había dejado de ser una mera ilusión, una limitación, había demostrado que era posible.

Todas las personas tenemos creencias, y a pesar de que no seamos conscientes de ello, algunas de ellas nos lastran, nos retienen, y nos limitan enormemente en una gran cantidad de aspectos de nuestra vida, son las llamadas Creencias limitantes.
Mucha gente cree que nunca va a ser feliz en su trabajo, que la vida es dura, que no va a encontrar trabajo, que sus sueños son inalcanzables... y eso precisamente es lo que obtienen, ¿Por qué? Porque en el fondo ya se han resignado a ello y actúan en consecuencia.

¡¡¡Para llegar a tener esa vida que siempre has querido en primer lugar debes de creer que es posible que la tengas!!!

Por último me gustaría dejarte unas preguntas para reflexionar...

¿Cúales son tus creencias limitantes?

¿Has comprobado alguna vez si tienen unos fundamentos suficientemente sólidos como para sostenerse?

¿Qué te supondría el renunciar a ellas?

¿De qué manera te está limitando el tenerlas?

Un buen ejercicio para ello es el realizar una lista con las creencias limitantes que tengas actualmente, y a continuación para cada una de ellas el escribir al menos cuatro argumentos por los que esa creencia realmente es un hecho.

¿Te sientes capaz de hacerlo?


Cualquiercosa-Coaching y otros "limpiapeines"

martes, 15 de febrero de 2011 7 comentarios

"Saber cambiar una lámpara no le hace a uno electricista"


Últimamente, hablando con compañeros de profesión ha salido a relucir el tema del intrusismo profesional en este sector de manera recurrente, coincidiendo todos en que ya empieza a ver "cierto cabreo" con el asunto.

Hoy "esto del Coaching", como se suele decir, está de moda, y mucha gente sin escrúpulos ha comenzado a auto-colgarse letreros de Coach sin ningún reparo, dándose cuenta que así pueden facturar 200 euros/hora a cualquier desprevenido con promesas de solucionar la vida en una sesión o de resultados increíbles después de seguir un proceso de "su coaching" (Sí. con c minúscula.).

Hay gente que tiene verdaderas habilidades de escucha y conversacionales, pero al igual que la frase que aparece al pie de foto, hay que tener muy claro que ¡¡¡NO SON COACHES!!! (Ojo!, no estoy hablando de la gente con formación y experiencia en Coaching (con C mayúscula) que tiene esas habilidades), alquilarán su "escucha", te relajarán, o harán lo que sea, pero no será Coaching.

Al igual que un curso de 120 horas no te hace Coach (yo personalmente acumulo unas 800 horas de formación en Coaching y me sigo considerando un aprendiz, con cierta experiencia eso sí, pero en el fondo aprendiz), pero si puede sentar los cimientos sobre los que se comience a construir un grandioso Coach.

Hoy en día en España hay cantidad de escuelas que ofrecen excelentes programas formativos en Coaching, unas acreditadas por ICF, otras no, pero eso ya es harina de otro costal que comentaré en otros post.

¿Qué pasa si vas a un cliente potencial y te dice..."Ya estuvo aquí otro "coach", me "levantó" 3000 euros y no hizo nada, sólo psicología barata, el Coaching es una m..., no sirve para nada" a mí personalmente me ha pasado, y no es agradable, ni como emprendedor, ni como Coach.

Por mucho más que le expliques lo que es realmente el Coaching, le enseñes certificaciones, referencias, títulos...no hay nada que hacer, y podéis imaginaros el daño que se hace al sector y a la profesión.

Otro punto que me gustaría tocar es el de Cualquiercosa-coaching al que hace referencia el título, estoy totalmente de acuerdo en que el sector del Coaching evoluciona hacia la especialización, pero están surgiendo por ahí ciertos combinados del estilo "feng sui-coaching", "abhadarma-coachig", etc. Que generalmente son impartidos por coaches auto definidos como tales. (¿Casualidad? No lo sé...)

Señores...el Coaching es Coaching, y sea cual sea el tipo de Coaching, en lo que consiste todo proceso es en que el cliente "encuentre" las respuestas que ya tiene, el Coach es un mero facilitador, una persona que le ofrece su apoyo durante un tiempo, para que más tarde la persona viva su vida.

Como es habitual oír, el Coaching no es terapia, no es consultoría, no es mentoring, no es asesoría, y no es tu "mejor amigo" al que contarle tus penas, es tan sólo Coaching.

Por ello desde este blog me gustaría animar a los posibles lectores interesados en el Coaching a que si van a contratar a un Coach, exijan la debida certificación o el justificante de que ha recibido la formación correspondiente en Coaching.

Y a los lectores que ya son Coach (o están en proceso...) ánimo, entre todos podemos hacer del Coaching la profesión seria y respetable que realmente es.