Reflexiones, política, la vida y copos de nieve

lunes, 23 de mayo de 2011 0 comentarios


Dos pájaros estaban posados sobre una rama, durante una nevada, y se pusieron a conversar: —Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? — le preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje.
—Casi nada —fue la respuesta. —En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia—replicó el carbonero.
Al empezar este invierno me posé sobre la rama de un abeto. No era un duro invierno, y como no tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando en las ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952. Cuando el último copo de nieve se depositó sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió —dijo el pájaro, y se alejó volando.
La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo: —Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para cambiar el mundo.
Joseph Jarowski

 Muchas veces no hacemos cosas porque pensamos que no van a tener la relevancia suficiente, o que no vamos a ser esa persona capaz de marcar la diferencia, y sinceramente, desde mi punto de vista no es cierto, aunque como todo, no deja de ser una opinión.

Quizás pretender cambiar el mundo pueda parecer algo pretencioso (recuerda...piensa en grande), pero no lo es en absoluto, y ¿por qué no lo es? porque si pretendemos cambiar el mundo, igual no lo conseguimos (o igual sí, quien sabe...) pero seguramente que en el proceso casi seguro que lo que sí conseguiremos será cambiar la vida de alguna persona con la que nos encontremos en el camino.

Ya lo decía Ralph Waldo Emerson en su definición de éxito: "Dejar el mundo un poco mejor, saber que como mínimo alguien ha respirado más fácilmente porque tú has vivido". No tienen por qué ser grandes acciones, o gestas heroicas, con pequeñas acciones es suficiente ya que la suma de muchos pocos, hace un mucho.

Tengo la esperanza de que si todos contribuimos un poco, a mejorar el mundo en esa pequeña parte que podemos, algo cambiará, quizás no hoy o mañana, pero sí sentará precedentes para algo más grande en el futuro.

Desde aquí mi apoyo a #spanishrevolution, tengo la fe de que gracias a este movimiento, algo ha cambiado, quizás no a nivel institucional, pero si ha despertado algo en las personas, la esperanza de que otro mundo es posible y las ganas de hacer algo para conseguirlo.
 

Cómete el mundo

jueves, 19 de mayo de 2011 2 comentarios



"Ya que tienes que pensar... ¿Por qué no hacerlo en grande?" Donald Trump

Una de las premisas básicas para desarrollar al máximo nuestro potencial es la siguiente: "Eleva tus estándares"

¿Y qué significa esto exactamente? Simple y llanamente, pide más, exige más, a ti mismo, a tu vida... desde que somos pequeños nos educan para ser personas "normales", tener un trabajo "normal", tener unos amigos "normales" en definitiva para llevar una vida "normal"... y se hace desde la mejor de las intenciones, de eso no cabe ninguna duda, aunque de manera indirecta poco a poco nos van cortando las alas.

¡¡A la gente se le educa para ser "normal" no para ser grande!!

Según afirma el Dr. Shad Helmstetter en su libro "¿Qué hacer cuando nos hablamos a nosotros mismos?": "La mente humana es como un ordenador, muchas de sus habilidades dependen de la forma en que fue programada. 70% de esta programación tiene lugar antes de los 6 años, y casi un 95% se completa antes de los 14; durante estos años, podemos afirmar que el 75% de nuestra programación ha sido equivocada.
Durante los primeros 18 años de nuestra vida, si vivimos en un hogar más o menos positivo, nos dijeron ¡NO!, o que «No Podíamos hacer», más de 148.000 veces.
Debido a ello, el 75% de lo que pensamos es generalmente negativo, improductivo o trabaja en contra nuestra."

¿Se dice rápido verdad? aunque si lo piensas detenidamente las consecuencias que se derivan de ello son verdaderamente escalofriantes.
Cuando tu elevas tus estándares y de alguna manera creces, «te haces grande», y cuando tu "te haces grande" a tu alrededor puede haber gente que aprecie sus inseguridades y se «encoja», y traten de encogerte a ti también. Simplemente no pueden soportar que otras personas consigan cosas que ellas no han podido o no se han atrevido.

No dejes que te frenen. No hay absolutamente nada malo en ser grande, todo lo contrario. Cuando de cierta manera te sientes obligado a ser "pequeño" cuando tu no lo has decidido así, el único perjudicado eres tú mismo, no puedes vivir tu vida renunciando a cumplir tus sueños porque otros no hayan sido capaces de hacer lo propio con los suyos.

¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar? Tan sólo tú puedes decidirlo... todas las personas tienen el poder de decidir hasta dónde quieren llegar en su compromiso consigo mismas. Tu eres la única persona capaz de establecer tus propios límites y de decidir si estás satisfecho contigo mismo, nadie más va a saber nunca si has dado tu mejor esfuerzo, tan sólo tu...y por lo general, las personas somos los jueces más implacables que existen consigo mismas.

También has de ser consciente de que elevar tus estándares va a requerir esforzarte, y en muchas ocasiones, aumentar tus recursos y tus capacidades, al igual que es poco probable que no puedas correr un maratón sin entrenamiento, tampoco puedes pretender alcanzar la grandeza de un día para otro.

Ten en cuenta que peldaño a peldaño también se sube la escalera, y al final lo que importa es llegar arriba. Quizás tu escalera tenga 50 peldaños y la de otra persona 100 ó 25, eso no es importante, lo que realmente importa es tener la valentía suficiente como para atreverse a pisar el primer peldaño, luego el resto prácticamente viene solo...

¿Y tú...estás dispuesto a comenzar a subir tu escalera?

La importancia de pedir

lunes, 9 de mayo de 2011 0 comentarios

Pedid y se os dará


Desde pequeños nos han enseñado que pedir no está bien visto. ¿Quién no recuerda la típica frase de su madre cuando era invitado a otra casa? -Hijo, tu no pidas nada, espera a que te lo ofrezcan...

Desde la corrección y las buenas intenciones, me atrevería a decir que el 90% de la gente hemos recibido en ese aspecto una educación que personalmente calificaría de incorrecta, ¿Cómo va a saber alguien lo que quieres si no se lo dices?

Este problema que a primera vista igual parece insignificante, es algo que, por ejemplo, a nivel de pareja causa unas discusiones enormes... el típico, "nunca me dices que me quieres" o el "nunca me regalas nada", y un largo etcétera, por lo general suelen tener este mismo origen. ¿Acaso le has dicho a tu pareja que necesitas que te diga más frecuentemente que te quiere? ¿O que te gustaría que tuviese más detalles contigo? Seguramente no...

La pareja es tan solo uno de los ámbitos donde esto sucede, aunque es perfectamente extensible a las amistades, el trabajo, la familia, etc.

A menudo caminamos por la vida sin pedir lo que queremos o necesitamos, a la espera de que otras personas lo adivinen o respondan a nuestras expectativas cuando ni siquiera saben lo que queremos o esperamos de ellas, y cuando no nos lo dan o no hacen lo que esperamos, ¡¡¡hasta nos permitimos el lujo de enfadarnos!!! Ellas no tienen la culpa, !!la culpa la tenemos nosotros por no haber "pedido" lo que queríamos!!

Cada persona es un mundo, y porque nosotros seamos más detallistas, más románticos, o tengamos una mayor disposición a hacer favores, no implica que las personas de nuestro alrededor se comporten de la misma forma que nosotros. Esperamos de otras personas lo mismo que nosotros les damos a ellas y muchas veces con eso nos quedamos...con un perpetuo estado de espera y el enfado correspondiente.

Ahora te invito a que lo mires al revés, ¿cuantas peticiones recibes a lo largo del día? desde pásame el pan, hasta dame un abrazo, o tráeme "x"... y no se acaba el mundo ¿verdad?.

No hay nada de malo en pedir, como mucho te pueden negar lo que solicites, pero lo que no pueden negar es que ya saben lo que quieres o necesitas, con lo que la pelota está en su tejado.

Desde aquí te animo a pedir lo que quieras o necesites, si no estás acostumbrad@ a hacerlo, comienza al principio por algo relativamente insignificante, como puede ser la jarra de agua en la comida, y luego ponte un objetivo de pedir 5 cosas al día por ejemplo, verás cómo poco a poco te sientes con la fuerza necesaria para pedir cosas más importantes.

Píldoras de realidad: El fracaso

lunes, 2 de mayo de 2011 2 comentarios

El fracaso es una situación temporal, es tu decisión de darte por vencido lo que la hace permanente

En la vida vas a fracasar, y esto es mejor tenerlo claro desde el principio, no una, sino muchísimas veces, más de las que vas a triunfar, sin embargo, debes de tener presente que a menudo, el fracaso no es sino una condición necesaria para el éxito.
 
Cada vez que fracasas, que algo te sale mal, tienes dos opciones tirar la toalla y rendirte o aceptarlo y aprender para hacerlo mejor la próxima vez. Esto que parece una tontería quizá sea una de las cosas que más peso tengan a la hora de marcar la diferencia en tu vida, ya decía Dickens que cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender.

Otra cosa a tener en cuenta acerca del fracaso es la gran diferencia que existe entre fracasar y ser un fracasado, que algo no salga como tú quieres implica que no has hecho bien exclusivamente eso, no que no hagas absolutamente nada bien, yo puedo haber suspendido un examen de matemáticas por ejemplo, y eso no implica que sea "tonto".

Colocar "etiquetas" o (auto colocárnoslas) es más habitual de lo que parece, y muchas veces ignoramos el efecto que puede llegar a tener ¿Realizaré un examen de lengua española, por ejemplo, de la misma manera si tengo asumido que no se me dan bien las matemáticas o si tengo asumido que soy "tonto"? ¡Por supuesto que no!

¡¡Fracasar no te convierte en un fracasado a no ser que tú lo permitas!!

¿Cuándo fracasamos?

Fracasamos cuando decidimos que hemos fracasado y fracasamos cuando dejamos de intentarlo.

Tomemos por ejemplo a Edison. El principal invento por el que Edison ha pasado a la historia es la bombilla (que por cierto no la inventó, sino que fue quien la hizo viable), lo que no es tan habitual saber es que Edison poseía más de 1.300 patentes, y que le costó más de 1.000 intentos el desarrollar una bombilla que finalmente funcionase.

¿No sentía frustración? Probablemente, pero cuando consiguió desarrollar la bombilla "perfecta" ya había averiguado más de 1.000 maneras de no hacerlo, ¡¡sin decidir que había fracasado!!

¿Cuantas veces has intentado algo más de 1.000 veces antes de darte por vencido? Me atrevería a decir que ninguna.

Es en este punto donde cabe diferenciar la perseverancia de la persistencia, el caso de Edison es un caso de perseverancia, tenía un fin claro y con cada fracaso aprendió lo que no hacer en el siguiente intento.

Sin embargo actualmente lo que predomina es la persistencia, si yo me propongo atravesar un muro a cabezazos, daré el primero y si veo que duele no lo repetiré, buscare otro método... ¿Cuándo surge el problema? cuando decido volver a intentarlo y encima con más fuerza. El "me voy a esforzar más en hacer lo mismo" es un mal muy extendido en nuestros días cuyos resultados son terribles, ya que convierte a las personas en expertos en hacer mal las cosas (y encima con más énfasis).

¿Y tú, persistes o perseveras?
 
Por último, me gustaría dejaros un pequeño texto de Luciano Rizzuto acerca de la importancia de sobreponerse al fracaso:

"Por intuición saben las personas que es inútil oponerse a quien las piedras de tropiezo utiliza por peldaños, que no teme el fracaso ni jamás la calumnia ni el ridículo le retraen de su labor, no rehúye responsabilidades y siempre mantiene su brújula en dirección a la estrella polar de su propósito, a pesar de cuantas tormentas rujan a su alrededor."