Un mal día

viernes, 1 de abril de 2011 Leave a Comment



"La vida es demasiado corta para estar siempre cabreado" American History X

Stephen Covey ya nos hablaba en sus libros del famoso "Principio 90/10" el cual es el siguiente: "El 10% nuestra vida está determinado por lo que nos pasa, el otro 90% por la forma en la que respondemos a eso que nos pasa".

No puedes elegir que llueva, que se te rompa el coche, que haya un atasco cuando vas a trabajar, que se te manche tu camisa favorita...pero si puedes elegir como te lo tomas.

Hay una gran diferencia entre reaccionar y responder, la reacción es automática, inmediata, no meditada y cuando reaccionamos no prevemos las consecuencias de nuestro comportamiento, sin embargo cuando respondemos, la respuesta es meditada y elegida, lo cual nos permite tener en cuenta sus efectos y valorarlos, para actuar en consecuencia.

¿Cuál es la anatomía de un mal día?

A menudo una situación que por lo general ocurre por la mañana temprano a la cual reaccionamos y que acaba por afectarnos el resto del día, aunque sea de manera inconsciente. Puede ser desde mancharnos la camisa desayunando, que amanezca lloviendo o encontrarnos un atasco camino del trabajo...

Veamos el siguiente ejemplo:

Imagina que acabas de perder una operación de ventas... ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza? Si son pensamientos del tipo, me van a despedir, me va a caer una bronca, etc. acabas de comenzar tu mal día.

Después de esto te pones nervioso...esperas la llamada de tu jefe.

A continuación debido que sólo estás pensando en la llamada de tu jefe, tramitas mal el pedido para otro de tus clientes.

Estás tan ocupado corrigiéndolo que se te olvida la reunión que tenías a las 12:00.

A las 12:45 te llaman porque no has acudido a la reunión, por lo que a pesar de que no has terminado de corregir el pedido, decides dejarlo para luego y acudir, ya que tu presencia es importante.

Como vas corriendo a la sala de juntas, por el camino chocas con Juan Pérez de administración, el cual venía de la máquina de café, café que ahora está en tu chaqueta y por ese maravilloso informe que tienes que presentar...y así un largo etcétera.

¿Cómo crees que será tu actitud cuando regreses a casa?

¿Cómo crees que terminará el día?

A pesar de que la situación está relatada desde la caricatura, seguro que te resulta familiar...

¿Al final quien ha provocado el mal día?

El café de Juan, la llamada de la reunión, la venta... ¡¡¡todo eso pertenece al 10% de situaciones que no controlamos, y que simplemente pasan!!!

¡¡La respuesta es tu mismo y tus reacciones!!

La venta ya está perdida...y eso es algo sobre lo que no puedes hacer nada!!! Ha sucedido, punto, y la única opción que tienes es enfrentarlo y asumirlo.

Sin embargo cuantas veces nos atormentamos con el típico "y si hubiese hecho esto en vez de..." ¿Para qué sirve eso? El pasado es pasado, y una vez elegimos una alternativa el resto de puertas deben cerrarse, nunca sabrás realmente que hubiera pasado o pasará si hubieses escogido otra opción.

O peor todavía...cuando anticipamos cosas que ni siquiera pasarán...en el caso anterior, esto está ejemplificado al esperar la llamada del jefe... no he vendido por lo tanto quizá me despedirá, me echará la bronca, no me ascenderá, etc. De nuevo preocupaciones que afectan a ese 10% de situaciones que no podemos controlar....lo que tenga que pasar pasará, tú puedes controlar tus respuestas, no las de tu jefe.

La parte buena es que a menudo estos "malos días" suelen tener un patrón recurrente, por eso es importante reconocerlo e interrumpirlo antes de que desate un efecto dominó de consecuencias totalmente imprevisibles.

En primer lugar presta atención a tu fisiología, en un mal día seguramente tus hombros estén caídos, estés ligeramente encorvado y cabizbajo...Esa no es precisamente la postura de una persona que destaque por su alegría y jovialidad ¿No te parece?

Eleva tu cabeza, echa tus hombros hacia atrás y ponte erguido...verás cómo tu estado de ánimo cambia. Así es imposible estar triste!!!

En segundo lugar, rompe el patrón, si ves que estás comenzando a tener "malos pensamientos" haz algo diferente, no importa lo que, simplemente hazlo!! Quizás sea empezar a saltar, ponerte esa canción que te motiva, o simplemente irte tomar un café, más vale invertir cinco minutos en volver a estar bien que malgastar un día entero...si no dejas caer la primera ficha, el resto no le seguirán.

Por último, analiza las situaciones que están bajo tu control, las que cuyo resultado depende exclusivamente de ti mismo y cómo puedes actuar sobre ellas, esas son las que realmente te deben preocupar, si te preocupas por el resto...vas a tener un mal día.

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